A los mandos de Savia Quartell se encuentra Olga Villalba. Hoy en #yosoySavia la entrevistamos para que nos cuente su día a día y todo lo que conlleva un puesto de esta responsabilidad dentro de un centro de mayores.
-¿Por qué la opción profesional de dedicarse a la atención a las personas mayores?
Tanto mi formación como mi trayectoria profesional en mis inicios fue más enfocada hacia las personas con discapacidad y/o con enfermedad mental. Lo cierto es que empecé a trabajar con personas mayores un poco por casualidad, pero enseguida me di cuenta que era un mundo que me apasionaba y del que no quería salir.
-¿Cuántos perfiles profesionales atienden a los residentes de un centro?
El organigrama de un centro residencial se divide en diferentes áreas. Por una parte, contamos con el área sanitaria formada por supervisora de enfermería, auxiliares de enfermería, enfermeras, médicos y fisioterapeutas. Por otra, podemos encontrar el área de servicios generales, la cual está compuesta por la responsable de servicios generales, personal de limpieza y lavandería, personal de mantenimiento, recepción, pinches de cocina y cocineras. Por último, el área psicosocial que cuenta con la psicóloga, trabajadora social, terapeuta ocupacional y TASOC (técnico en animación sociocultural).
Todos los perfiles profesionales implicados en un centro residencial trabajan de manera interdisciplinar donde, además, la comunicación es de vital importancia para el buen funcionamiento del mismo.
-¿Cómo es tu día a día en el centro?
Mi trabajo se divide entre una parte más administrativa, burocrática y de gestión y otra parte de intervención tanto con residentes, como con familiares y trabajadores.
Mi día comienza dando una vuelta por todo el centro, saludando, supervisando y comprobando que todo esté bien y funcionando como corresponde. A partir de ahí, y dependiendo de la agenda del día, me encargo de la gestión de los recursos humanos, la prevención de riesgos laborales, elaboración de nóminas, reuniones interdisciplinares (valoraciones geriátricas, comité de caídas, reuniones de coordinación…), informaciones e ingresos, comunicaciones con Conselleria, Sanidad y Hospital de referencia. En la medida de lo posible, me gusta participar y colaborar en los talleres, actividades y salidas. Además, realizo pequeñas compras que son necesarias en el día a día del centro o para residentes, si lo necesitan. También me encargo de cuestiones de calidad y de la gestión tanto de quejas y reclamaciones, como de sugerencias y felicitaciones.
-¿Cuál crees que es la capacidad más importante que tiene que tener un director@ de residencia? ¿Por qué?
Como en muchos otros puestos de trabajo y también como en la mayoría de facetas de la vida, creo que la empatía es absolutamente imprescindible para poder ser un buen director de una residencia. Nunca puedes perder de vista que detrás de cada persona hay una historia, independientemente de si es residente, familiar o trabajador. Por supuesto, paciencia, capacidad de reacción ante situaciones adversas, compromiso, escucha activa, trabajo en equipo, creatividad, ganas de aprender, motivación, confianza…
Pero creo que, por muchas capacidades, habilidades, técnicas y destrezas que tengas, por encima de todas debe de estar la del amor hacia las personas mayores y el amor por tu trabajo. Irme a dormir cada noche pensando que las personas mayores que viven en mi centro no podrían estar en otro mejor.
-Como directora, ¿qué recomendaciones le das a todas las personas nuevas que se unen tu equipo de Savia?
Que se nutran y aprendan de las personas para las que trabajan y con las que trabajan. Pero, sobre todo, que disfruten y vivan su trabajo con alegría e ilusión. No podemos perder de vista que somos la cara amable y amiga que ven cada día.
-Como profesional, ¿qué valoras especialmente de Savia Residencias?
Valoro la forma de trabajar, nuestro modelo de cuidados, la línea que estamos siguiendo y aunque suene redundante, valoro que me valoren.
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