Objetivo:
Garantizar una correcta recuperación y evitar posteriores efectos y consecuencias negativas en el estado de salud. Este programa trabaja la rehabilitación y fisioterapia adaptado a los servicios post-operatorios (entre otros, operaciones de cadera y rodillas).
Cuando hablamos de una rehabilitación post-quirúrgica, mayoritariamente fracturas, se realiza de forma específica tanto un control del dolor por parte del equipo médico, curas de heridas quirúrgicas, según pautas de médico especialista, seguimiento de la evolución de las heridas, así como cambios posturales si precisa y movilizaciones pasivas con el objetivo de prevenir ulceras por presión.
Superada esta primera fase de recuperación iniciamos el programa individualizado de rehabilitación para recuperar la capacidad funcional previa a la intervención y lograr la máxima movilidad posible.
Durante todo el proceso de rehabilitación se acompañará al residente con apoyo psicológico y motivacional, no descuidando en absoluto a la familia que será atendida en trámites legales, asesoramiento social, tramitación de ayudas y de apoyo a los cuidadores.
Ejemplos:
Rehabilitación de cadera
Si no hay inconvenientes y de forma general, una fractura ósea acostumbra a consolidarse a partir de entre 30 y 40 días.
La actuación en fisioterapia en lo que respecta a la rehabilitación, tras una fractura se estima en un tiempo aproximado de 1 a 3 meses; en base a la gravedad y pronóstico de la lesión, pues son directamente proporcionales a la violencia del traumatismo causal.
El objetivo principal será conseguir la máxima recuperación funcional. La fisioterapia deberá ser un tratamiento de elección, conjuntamente con el médico.
Fractura de pelvis
Consolidan por si mismas. Para ello resulta imprescindible previo reposo. Evitar caminar.
Fisioterapia precoz, trabajo en descarga (sentado):
Promover cinesiterapia activa-asistida EEII.
Potenciar musculatura articulaciones periféricas (EEII).
Reeducar las transferencias.
Recambio de prótesis de cadera
Lo primero, evaluamos su estado inicial de ingreso con el equipo multidisciplinar, psicólogo, Fisioterapeuta, enfermería y medicina se unen para tener una visión global del proceso y del paciente que vamos a tener bajo control supervisando su rehabilitación (esfera cognitiva, esfera de autocuidados, patologías concomitantes y valoración de la patología que motiva su ingreso).
Segundo, a nivel medico se valora el estado funcional y se ajusta la medicación que esta tomando, en constante relación con el facultativo que le interviene y su medico e cabecera, para ante cualquier variación de su estado basal, entre todos poder tomar una decisión terapéutica. Se valora funcionalmente la movilidad articular, el balance muscular, los edemas si los hubiera y la carga a la que puede ser sometida esa nueva articulación ya intervenida y junto con fisioterapeuta se prepara una programación de movilización precoz para evitar que el uso de anticoagulante y antiagregantes se alargue en el tiempo.
En conjunto con el fisioterapeuta se realiza el programa evaluando semanalmente la evolución clínica y funcional del residente hasta su lata y normalización en todas sus esferas.
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